Nos despertamos con el frió en la piel, habíamos conseguido
una habitación sencilla sin muchas ostentaciones, cuando se está cansado se
duerme a donde se cae la noche, en este caso fue justa la habitación así que
salimos muy descansados. Antes de iniciar decidimos visitar a la casa de Julio CasarTello donde quedamos durante varios minuto, imaginando su vida de este
importante Arqueólogo Peruano. Teníamos por delante una ruta con muchos cortes, saldríamos
de la carretera para emprender y afrontar una dura jornada intricada, teníamos que
cruzar el valle que nos llevaría hasta San Pedro. Ocho y media y un buen
desayuno y Adiós Huarochiri. Iniciamos
nuestro sendero por la Calle Cordova, donde cruzaba el Camino Inca, en Plena
Ciudad, me sentía conmocionado de pensar que hace siglos, Incas y Españoles habían
cruzado por el mismo camino.
No dejen de leer la biografía de sobre Julio Cesar Tello.
Antiguo Camino Inca - Qahpaq Nan |
Bajando por el camino Inca, hicimos un corte erróneo, habíamos equivocado y abrimos hacia el
noreste de Huarochiri, cruzando un hermoso bosque, con ríos y arboles majestosos,
sin querer habíamos trazado una ruta, en la cual se las recomiendo, cuando deseen
conocerla no duden en avisarme. Llamamos a Lima y nos comunicamos con nuestro
Amigo Alfonso Torres, teníamos un GPS Garmin y con las coordenadas le pedí el favor de enviarnos nuestra ubicación precisa de regreso a la Ciudad de
Huarochiri, retomamos a la carretera gracias a su orientación y volvimos a ciudad Natal del Ilustre Julio Cesar Tello perdiendo una hora y media.
Retomamos nuevamente al Camino Inca, ahora con las
coordenadas más precisas, bajamos por el camino Inca hasta llegar al Rió Mala que se encontraba a cuarenta minutos en descenso de la ciudad de Huarochiri, al
encontrar con algunos locales que nos
señalaron por donde teníamos, encontraríamos un puente al otro lado del valle, este puente nunca jamás hubiéramos podido
encontrar, ya que en la temporada de lluvias el rió creció y el caudal termino por
destrozarlo. Caminando obstinadamente encontramos un árbol caído y grande resultando ser nuestra salvación, la
de nosotros y de todos las personas que lo utilizan sirviendo como puente, cruzamos
y quedamos uno minutos contemplando el amanecer, el rió, los árboles, los pájaros
y todos los seres que rodeaban este increíble paraje. El sol Iluminada, era una
mañana espectacular, nos sentíamos muy afortunados de estar allí, una inmenso
jubilo, deseaba estar allí toda mi vida contemplando todo lo que Dios nos da;
reflexionando me di cuenta de que al final, lo que importa no son los años de
vida, sino la vida de los años.
Siguiendo el viaje encontramos el camino que nos llevaba a
San Juan de Tantarache, después de cuatro horas de sacrificio, con sed y
hambre, llegamos a una chacra, habían muchas vacas, encontramos con un niño de
aproximadamente diez años en la cual nos dio el permiso para ingresar al
recinto donde descansaríamos algunos minutos, muy amable y hospitalario nos invitó
frutas, diez minutos después llega su padre, contentos de vernos pregunto que hacíamos en su estancia, que casi nadie nunca los visita, nos invitó leche
y queso fresco. Satisfechos nos marchamos agradeciendo por los víveres que nos
había obsequiado el amable señor y su hijo. Iniciamos el Sendero llegando al poblado de San Pedro, encontrando por
casualidad un amigo que hace cuatro días lo habíamos conocido en la costa, pensé "culminamos la travesía", equivocados! Habíamos llegado
a San Pedro, echamos una parrafada sobre si quedaríamos allí o seguiríamos a
San Juan de Tantaranchi, hallábamos muy fatigados pero teníamos que llegar a San
Juan, decidimos seguir, faltando tres horas de camino siendo aun las cinco
y cuarto, el atardecer empezaba a manifestarse, tomamos la carretera a la izquierda
en dirección a noreste dirigiendo a salida del pueblo. Estábamos agotados pues la altura que empezaba a sentir, se hacía más difícil el caminar, más cansancio, los músculos
se atrofiaban, el aire era más puro pero más dificultoso de respirar.
Llegamos a San Juan de Tantaranche con un gélido frió, estábamos
hambrientos, sin dinero y sin fuerzas para hablar, nos sentamos en la plaza
frente a la Municipalidad, mojados de sudor a pesar del frió, habíamos perdido
mucha energía, paramos y decidimos hablar con algunos pobladores, una Sra. muy
amable nos hizo pasar a su casa, invitándonos café caliente y unos panes, los
devore en minutos. Terminando nos aconsejaron a pedir ayuda al Municipio,
sin dudar nos retiramos. En la sierra el municipio trabaja hasta los fines de
semanas atendiéndonos en teniente alcalde, un tipo amable, de pocas palabras,
muy gentil nos brindó una habitación gratuita, nos sentíamos bienaventurados,
nos saludamos con las manos y agradecimos a Dios, que en ningún momento nos había
abandonado.
Teníamos algunos sencillos en los bolsillos, salimos y
compramos unas sopas instantáneas Ajinomen, una lata de leche Gloria y huevos,
les recomiendo esta sopa Sendero, pues cuenta con muchas calorías, solo para
viajes y momentos de necesidad extrema. Armamos nuestra pequeña cocina compacta
con nuestro Gas Doite de Isobutano y Propano Mixto, sacamos nuestra
olla y a cocinar, con nuestro modo de preparación: hervimos el agua, colocamos
el huevo crudo, seguido de la sopa y terminando con la leche, prueben pues es
delicioso y lleno de calorías.
Complacidos con la rica sopa, no nos quedó otra que
aprovechar la habitación y descansar lo máximo que podíamos, nos sentíamos muy desgastados físicamente, las piernas estaban doloridas, los pies y los hombros con la mochila que pesaba 15 Kg de peso. Recordamos unos momentos con Alexander de felicidad e
instantes pasados en la travesía, barriga llena y corazón contento, nos dimos
las buenas noches, adormecemos.
Este viaje fue Gracias a Automoviles SA Huancayo y a Nicolas Traverso
En el día siguiente, nos encontramos con una familia Espíritu
que nos apoyó considerablemente, la Mama de 61 años, su fuerza y su aporte con
las mochilas en su caballo, fue el ascenso más difícil y cansativo de toda la travesía
…
No hay comentarios:
Publicar un comentario