Primer Día, ( Mala - Calango )

                                                                   Mala - Calango

Todo empezó con una decisión, estaba animado a irme de Ruta a cualquier parte del País, fue cuando un amigo, llamado Frank Herrera me recomendó Jauja como destino final, lo que no sabía era de donde partiría, ingrese a GoogleHeart, y empecé a buscar un punto de partida, buscando y revisando bien los caminos en dirección a Jauja, encontré Mala, me pareció una buena  idea partir de esta ciudad, muy importante por sus agricultura y la cosecha de manzanas, no dude, invite a mi amigo Alexander Cavero a que me acompañe, tampoco dudó en aceptar la invitación, estábamos decididos, nos organizamos bien todos los detalles del viaje  y todos los preparativos.

Martes  5:00 am, Covida – Los Olivos, tomamos un carro hasta el centro de la gris Lima, nos dirigimos hasta la empresa  Soyuz,  allí empezó lo que sería una extraordinaria aventura. El viaje a Mala duro 2 horas y media con algunas paradas para recoger pasajeros, hasta allí no pensábamos lo que  sucedería más adelante, felizmente un viaje seguro, en  realidad temo a los buses, prefiero caminar, me siento más seguro. 3:45 Pm, nos arribamos a Mala, un calor insoportable moto taxis por todos los lados, sol radiante y muchas vibras de la ciudad de Mala. Ya en el terminal de Mala  tómanos una moto hasta el centro de de la ciudad.

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Recorrimos  la ciudad, el hambre ya nos apoderaba, así que decidimos ir hasta el mercado central de mala, fue donde encontramos un rincón, una buena sopa de verduras como entrada y un buen plata de Quinua con arroz acompañado con un buen filete de pescado fresco del mar de Mala, no pensé y lo devore, energías recompuesta, empieza la travesía,  314 Km de costa a sierra, calor infernal y frio glacial.

Aun nos tocaba muchos  kilómetros de asfalto para llegar a Calango, el piso nos sancochaba  el pie, y yo con un zapato nuevo que recién se empezaba a acomodarse a mis pies 42.  Paisaje excepcional, con mucho verde y cerros  luminosos con el color marrón clásico de la costa Peruana. Ya en el Kilómetros 7  llegamos a un pueblo llamado San José del Monte, no dudamos y pedimos un Litro de AguaCielo en la Bodega  Mercedes, ya empezábamos a sentir el calor y a perder calorías, un descanso de 10 minutos y a seguir, manzaneros por todos los lados, derecha y izquierda, sin vacilar chapábamos manzanas, además de nísperos, teníamos asegurado el alimento hasta Calango.

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Después de 3 horas de trekking pasamos por el poblado Aymara, límite de Mala con Calango, caminando nos sorprendió un gigantesco aparato, yo con Alexander muy curiosos decidimos ver que era, el ingenio se encontraba cerca de la carretera, encontramos con 3 señores, nos estaba explicando que se trataba de una máquina que perforaba la tierra en busca de agua para hacerla ascender hasta sus chacras para la producción de sus frutas, pues se encontraba muy lejos del Rio mala, con un motor de 600 caballos de fuerza se realizaban la excavación y continuando por la extracción dela agua, conversa va y viene, muchas risas, nos explicaron con exactitud, los tiempos que tomaríamos hasta Calango, nos despedimos dejando los primeros amigos de la travesía.

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Dejamos Aymara ya casi con la Noche encima, con un par de horas más llegamos a  San Juan de Correviento, pasando por el Puente Corre Viento y llegando al tan singular pueblo llamado Corre Viento, se preguntaran porque el singular nombre? Pues se trata de una falla natural de los cerros que se abren, provocando fuertes vientos en esta pequeña parte del poblado, quedamos estupefactos con el poder del aire que corría en el lugar, un viento arrebatador.

Faltando 10 minutos para llegar al Poblado, decidimos hacer una parada, entrando al pueblo nos apodero el hambre, la ciudad con pocos habitantes y poco comercio fue difícil encontrar algún restaurante, recorrimos la plaza y nada, exhaustos y con hambre nos entró la desgana de llegar a Calango, determinado decidimos por seguir caminando un par de horas más, aun empezábamos a calentar las piernas y los músculos.

Pasadas 2 horas llegamos a la esperada ciudad de Calango, agotados solo pensábamos en sentar y comer, felices por la primera meta cumplida, acercamos a una tienda que estaba por cerrarse, al entrar vi una deliciosa torta 3 Leches, francamente fue la mejor torta que comí en muchos años de mi vida, el apetito era tan colosal que me metí 3 tajadas, dichoso de poder llegar hasta Calango, buscamos un hospedaje, localizamos uno llamado “Hospedaje Sra. Julia, que está ubicado en la Av Real 545, en la cual si llegan por allí les recomiendo, en la cual estamos muy agradecidos,y se van de parte de Sendero Trekking tendrán un súper descuento y una atención especial.

Muy fatigados cenamos un delicioso plato con un caliente café, terminando por una merecida ducha y un espectacular descansillo, la sensación del cansancio era tan grande que no dude en cerrar los ojos y dormir, agradeciendo a Dios por el primero día de viaje.

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Jacques Ferreira